Thursday, October 29, 2009

Algunos apuntes sobre LA MONTAÑA MÁGICA


Hans Carstop y el secreto de la posición horizontal.


Hans Casrtop el protagonista de la montaña mágica, bien podría ser cualquiera de todos nosotros,.... sí, quizá tú también.

La montaña mágica es un libro importante para todo aquel que aspire a entender el verdadero sentido de la vida, del paso del tiempo, del propio sentido de la vida, en su concepto abstracto.

Sus inferencias...sobre lo mucho que quizá nunca vemos...y no por que estemos ciegos, sino por que no podemos, por elgrupo al que pertenecemos...el contexto.



Novela famosa, entre los aficionados a la buena literatura, odiada o venerada, casi no hay termino medio. Se podría decir que la lectura de la montaña mágica es un hecho diferente en si mismo a muchas otras cosas que podamos hacer en la vida. Se podría decir que esta novela en sí, es todo un proceso, tanto para el protagonista como para el lector, y digo proceso por que somos nosotros los que habitamos la eterna e inquebrantable atmósfera del sanatorio Bergoff y en nuestra lectura acompañamos al protagonista en sus cambios físicos, en sus nuevas impresiones, en su recorrido vital por adueñarse de su propia vida y en su dificultad para tener que cambiar su aburguesada vida por lo otro.

Otro dato importante y maravillosamente relatado es la visión humanizada que da al lector el escritor tanto de la vida como de la muerte.

La vida y la muerte son una cosa sola en el sanatorio Bergoff, un ente fusionado y con una percepción totalmente ajena a todo el que no habite el sanatorio.

Y el tiempo pasa, pero al mismo tiempo no pasa, y engaña al lector y al protagonista y te das cuenta de que en el proceso de Hans Carstop y en el de la propia lectura de su existencia, también tú te has fundido en ese sentido del tiempo que solo comprenden los que habitan allá arriba en las montañas.

Creo importante decir que la montaña mágica no es una novela fácil de leer, escrita en tercera persona está llena de tiempos muertos en la que la acción del universo Bergoff se cambia radicalmente por conversaciones existencialistas y filosóficas de más de cincuenta páginas algunas de ellas, conversaciones entre un humanista italiano y un oscuro y casi medieval jesuita que lo tomarán como discípulo.

A mi me llevó cuatro meses leerla, nunca tuve momentos de duda, pero sí es cierto que la novela en bastantes momentos requiere un esfuerzo intelectual, de concentración y comprensión importantes.En definitiva una novela que te abre caminos totalmente diferentes a la hora de entender algunas cosas y el propio sentido de las mismas, una de las grandes novelas sobre el aprendizaje.

Antes de acabar resaltaré el final, un final que se desarrolla en un contexto diferente a todos los niveles, un final casi operístico, frenético y absorbente.


No debo decir más.


Aqui teneis el enlace al artículo que en su día publiqué en este mismo blog

6 comments:

Elvira said...

Pues yo ya llevo casi dos meses, y me estaba alarmando. Me interesa mucho, pero no puedo devorarla, tengo que tomarla a pequeñas dosis, digerirla poco a poco. He leído un poco más de la mitad, así que probablemente tarde tanto como tú.

Saludos

pepa mas gisbert said...

Cuando era joven y era casi obligado leerla recuerdo que me costó y la dejé más de una vez, quizás sería hora de releerla o leerla.

Un abrazo

sagrario said...

Creo que se habló de la novela un día tomando tapas en el Texas, o tal vez fue sólo de la vida de Mann, no recuerdo muy bien, la verdad es que pertenece a mis inacabados, a mi falta de paciencia y ahí está empolvada junto a Ulises.

D. NAVAS said...

Hola Luis

La fama de densa de esta obra siempre me ha desanimado a leerla. Tu comentario me anima a intentarlo. Ya te diré si lo consigo. Me interesa mucho la temática: el sentido de la vida, la muerte y sobre todo la propia identidad es un tema que a veces casi me obsesiona.Pensaba que rozando los cuarenta la identidad se asentaba claramente como propia. No es así, al menos en mi caso(pequeña confesión)

Saludos y gracias de nuevo por tus entradas y saber hacer.

Sara Fedrika said...

Hola Luis.

Me encanta que hagas las críticas de los libros que he leído porque descubro cosas de las que no me había dado cuenta, lo que significa que tienes una mente más clara y analítica que la mía, cosa que te envidio.
La montaña mágica es un libro del que guardo muy buen recuerdo, me acompañó más o menos el mismo tiempo que a tí, pensaba que se me hacía eterno por una parte pero por la otra me gustaba lo que leía, disfrutaba con las conversaciones entre los tres personajes clave, aunque no me da verguenza reconocer que me salté algunas páginas de aquellas largas veladas musicales. El caso es que a mí me decepcionó el final, que apenas entendí y que a la luz de tu crítica ahora puedo ver más claro. A mí me pareció muy precipitado después de tanta novela un final tan atropellado y que no casaba con las ideas ni con la vida aburguesada del protagonista, por lo que debe ser verdad que durante la novela existen cambios sustanciales de los que apenas te das cuenta. Sí es cierto que Hans Castorp se quedaba pensativo y hasta algo contrariado en las conversaciones con el jesuita y Settembrini, personaje este último que me encantaba por que siempre estaba buscando pegar la hebra aunque a Hans no le apeteciera, me parece verlo plantado delante de él, con su traje desgastado, deseoso de mostrar toda su sabiduría como un gallo en su corral.

El caso es que el recuerdo de este libro no deja de acompañarme aunque el tiempo pase, y eso significa que aún estoy en aquel sanatorio reflexionando.

Saludos.

Vivian said...

“La Montaña Mágica” no es sólo un libro que me gustó en su momento, es, sin ningún género de dudas, “mi” libro, encierra la esencia de muchas de las reflexiones y cuestiones sobre las que me he hecho preguntas a lo largo del tiempo y a las que Mann consigue dar respuesta.
Cierto que es un libro que requiere concentración y atención, los buenos libros siempre la requieren, pero a mí no me costó esfuerzo leerlo, me atrapó desde el primer instante.
Me encantó tu artículo, en muchos momentos leer tus palabras ha sido como leer mis propias impresiones sobre el libro, esas que iban apareciendo en mi cabeza a medida que lo leía pero para las que no encontraba las palabras precisas para expresarlas.
Me gustaron, especialmente, estas reflexiones, con las que estoy absolutamente de acuerdo:

“Esta novela es todo un proceso para el protagonista y para el lector.”
“También tú te has fundido en ese sentido del tiempo.”

Acabo de descubrir tu blog, todo un descubrimiento.

Un saludo