Friday, October 09, 2009

UN MUNDO FELIZ


Un mundo féliz.
Aldous Huxley.

Esta es la novela más famosa del escritor inglés A. Huxley, publicada por primera vez en 1932, el título hace un claro guiño a LA TEMPESTAD de Shakespeare.

Esta es una de esas complejas novelas que crean bastantes dudas de planteamiento al intentar hablar sobre ella. Compleja por que es una novela claramente anticipatoria y visionaria, Yo diría que en este sentido estaría muy en el nivel de 1984 de Orwell.
La novela anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente.
Todo rastro de vida social, de afecto, de pensamiento individual, así como de auto conocimiento han sido eliminados, más que eliminados yo diría que han sido anulados de la propia vida, ya que la vida que llevan los humanos está previamente acondicionada según los dictámenes y estrategias que diseñan desde el gobierno.

La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía.
Además de todo esto el estado suministra a los individuos una aparente SOLUCIÓN, el Soma, el soma es una droga legal e incluso obligatoria por el estado que todos toman a la mínima de cambio, para sentirse felices, para no pensar, para olvidar, en definitiva para hacer lo que hace el resto.

¿Por qué, quien podría salirse del patrón en un mundo como este?, Un mundo donde se diseña a los seres para que luego pertenezcan a diferentes castas, los alfas, los gammas los betas y los epsilones…, ( la casta inferior y que sirve de mano de obra masiva), unos seres que son acondicionados mediante mensajes constantes desde que nacen.
Nacimiento que ha sido controlado y manipulado desde el propio embrión por lo que los únicos que gozan de privilegios y realmente son diferentes unos de otros son los alfas, ya que el resto son seres clónicos, preparados genéticamente para soportar el calor, el frío, el trabajo duro, las condiciones más adversas….
Controlados estrictamente, los niños practican juegos sexuales entre ellos desde su más tierna infancia (un concepto del propio Sigmund Froid: la sexualización infantil) con el total consentimiento de los adultos, sin que éstos intervengan en dichos juegos, a excepción de reprender al que no quiera participar en ellos. Ese proceso elimina los conceptos de enamoramiento y seducción en su adolescencia y los de los noviazgos y compromisos sentimentales en su madurez, extirpando radicalmente la idea de crear una familia estable. Esto crea en ellos un comportamiento mecánico, impasible e indolente que perdura a lo largo de toda su vida, satisfaciendo sus necesidades sexuales sin negativa ni resistencia alguna por ambas partes, pero también sin afecto ni amor en sus relaciones, prevaleciendo un básico e instintivo deseo sexual pasajero que consuman con una enorme apatía.

Y claro cuando algo es tan perfecto, tan estéril a base de perfumarlo todo con perfumes sintéticos, tan deshumanizadamente erróneo como que la música, el cine, cuando cualquier publicación este programada y diseñada para la población y su correspondiente acondicionamiento…cuando el propio ejercicio de pensar y cuestionarse algo es un atentado contra el sistema y sus semejantes….
Entonces es cuando debe aparecer un héroe o mejor dicho, un antihéroe como en este caso es Bernard Max el protagonista de la novela que junto con Lenina (una mujer entregada socialmente al resto de los hombres, como es normal para todas las mujeres en el contexto social y literario en el que se centra la novela), viajaran a una de las reservas que quedan en el mundo para ver de cerca de los “salvajes “.
Este viaje será el desencadenante de todo, ya que en el conocerán a Yon un indio hijo de una nativa del nuevo y programado mundo que al quedarse embarazada la recluyeron en la reserva.
Yon es un ser relegado y marginado entre las gentes con las que ha vivido en la reserva, por la procedencia de su madre y por sus rasgos y su color de piel, también Bernard es una persona de alguna manera apartada y marginada, tanto por su altura (inferior al resto de los alfas), así como su postura ante muchas costumbres de la nueva sociedad como el SOMA o los acondicionamientos.
Es Bernard el que contrapone todo el tejido nuevo y estrictamente pulcro y artificial de la sociedad en la que el vive y que en el fondo detesta y cuestiona a su propio interés y su propia seguridad. Por eso comienza a ser una persona sospechosa y de alguna forma señalada.
Un punto clave de carácter moral del libro gira alrededor de dos problemas diametralmente opuestos. El primero, y el más obvio, es que para asegurar una felicidad continua y universal, la sociedad debe ser manipulada, la libertad de elección y expresión se debe reducir, y se ha de inhibir el ejercicio intelectual y la expresión emocional. Los ciudadanos son felices, pero John el Salvaje considera que esta felicidad es artificial y "sin alma". En una escena crucial discute con otro personaje, el Interventor Mundial de Europa Occidental Mustafá Mond, sobre el hecho de que el dolor y la angustia son parte tan necesaria de la vida como la alegría, y que sin ellos, poniéndolo en perspectiva, la alegría pierde significado alguno.

En definitiva esta es una novela compleja que mucho más que entusiasmar con la propia historia que plantea si que vislumbra un mundo futuro que ha rechazado y eliminado la cultura y el pensamiento, aunque para ello el autor no deje de plantear en todo el libro la metáfora de LA CAVERNA de Platón, el mundo de las ideas, dominado por el mundo de las sombras.
Por lo demás en una novela que no me ha entusiasmado demasiado, aunque realmente el mundo dominante y su arquitectura física y social están relatados de una forma realmente muy interesantes.

Un saludo.