Saturday, February 24, 2007

POEMARIO IMAGINARIO III





Anoche te vi partir.
Anoche.
Te miré desde mi ventana.

Saliste corriendo, dejando la puerta abierta
Ibas con la cola levantada
El mar, furioso, se puso en pie
La luz del faro se tornó roja.

Vete, vete y no vuelvas
Oh!, maldita soledad.

Te expandiste como una plaga
llévate el miedo y la mentira
Agárrale la mano a la desdicha
Ahora que la luna ilumina mi ventana.

Anoche te vi partir
Y mis ojos se llenaron de arena
Ibas descalza, pisando las rosas
Y hasta de cantar, cesaron las alondras.

Monday, February 19, 2007

WILDE Y EL SENTIDO DE LA BELLEZA


WILDE Y EL SENTIDO DE LA BELLEZA

“Usted tiene la juventud más maravillosa, y la juventud es lo único que vale la pena poseer. En el mundo no hay nada, absolutamente nada, más que la juventud”


Oscar wilde fue un gran amante de la belleza, en cualquiera de sus formas, de hecho su vida estuvo casi totalmente dedicada a la contemplación y deleite de la propia belleza, es más, a base de todo esto y otras cosas, él mismo se convirtió en su mejor creación, el fue su mejor obra.

Wilde se convirtió con méritos propios en el maestro de los jóvenes simbolistas decadentes ingleses. Se reunían en una típica taberna inglesa el Cheshair cheese
Recitaban poemas, leían, hablaban sobre la vida, allí fue donde Oscar conoció al joven poeta John Gray con 22 años y una notable y juvenil belleza. Ello dio pie a que John Gray fuese alguna que otra vez identificado como el protagonista en quien Wilde se inspiró para escribir el retrato….
Dorian Grey representa lo que Wilde ama y lo que realmente hubiese querido ser. Dorian es el muchacho hermoso, de rostro griego, mármol helénico e intemporal, el muchacho hermoso de las ánforas griegas, el perfecto ideal del inocente narciso y del erógeno con toques decadentes, el símbolo de todos los muchachos que Wilde tuvo y buscó en su vida.
Imagen ideal y a la vez imposible, imposible por la propia estructura de la perfección, irreal. Un joven Lord arrogante y despótico, aunque la arrogancia y el despotismo siempre serían cualidades perdonables por un esteta hedonista….

El universo de Wilde y en concreto el universo de Dorian Grey, es un universo decadente, animada sin ninguna duda por el personal ritmo y estilo del autor.
Dorian, un muchacho de espéndida belleza, se dedica a apurar los instantes y a convertir toda su vida en un homenaje triunfal a la belleza, se podría decir que su vida es una pasión absoluta, una absoluta obra de arte, nacida de la libertad y ajena a la moral y sobre todo y más que a ninguna otra a la moral imperante en aquellos años en la anclada y escrupulosamente conservadora moral victoriana.
Con esta novela Wilde fue acusado abiertamente de hacer ostentación pública de sus propios vicios y debilidades, NOSOTROS NO VAMOS A JUZGAR A WILDE, pero sí es verdad que arriesgó mucho en cada una de sus obras y en especial en esta donde el propio protagonista deja muchas veces traslucir demasiadas cosas del propio Wilde.

Lo que fue Oscar Wilde ante todo es una pagano, un exaltador de los goces de vivir, un fascinado y fastuoso, el mejor dilapidador, gozoso, de su propia vida.