MANHATTAN
En el cuarto piso B de la calle Jose Antonio Labordeta, una pareja hacía el amor, mientras sonaba Manhattan de Leonard Cohen.
LLevaban poco tiempo en el piso y todavían no habían comprado las cortinas, por lo que para que no les viesen los vecinos habían bajado las persianas.
Fuera, el día era radiante, arrancaba la primavera y el sol intentaba colarse por cada hueco de la persiana, dibujando curiosos códigos sobre aquellos cuerpos que parecían, poco a poco, ir fundiéndose el uno con el otro.
Se acabó el disco y dejo de sonar.
El hombre había caido abatido, extenuado mientras besaba y abrazaba a su pareja.
Silencio.
Interiormente en el mundo que no vemos un espermatozoide adelantado había conseguido introducirse en un óvulo que brillaba con un rótulo de Neón.
Lejos, muy lejos, a miles de km, en una mansión muy grande, demasiado grande en contraban el cuerpo de Michael Yackson muerto en extrañas circunstancias
Poesía para perdidos
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*ALEJANDRO BONA ESTER*
He nacido en Zaragoza en el año 1999 y estudiado la carrera de Filología
hispánica en la Universidad de Zaragoza. Actualmente ...