Sunday, August 30, 2009

TURISMO ECOLOGICO


















UN AUTOBUS, mi palo quechua cerrado, subimos al cielo y nos paran en la pradera, la de MURCIA INDECISA, YO y mis piernas, mis muslos, equilibrio.
Subimos la senda y no los vemos, a los cazaDORES, una hora y media, un zigzag, HUNDO mi palo quechua y el invierno se instala en mis riñones, en mi culo, en mis piernas. La de MURCIA no suda,
No DUDA, solo desprende calor y energía ecológica.
Si meas y te limpias, te guardas el clinex. PRIMERA REGLA, no duda.

Subo, sube, SUBEN, NEBUS, SUDOR, rodus. Arriba llegas a un refugio y te quitas la camiseta, todos se quitan las camisetas y el mundo se desescama.
Frutos secos, GEOLOGIA GLACIAR. El Rincón, seguimos, nos siguen, los seguimos. Helechos ecológicos, hongos asexuados, frambuesas sexys, edelweis de alta costura.
Los Buitres nos miran y yo pienso en su elipsis y la de Murcia eructa una nubecilla en medio de un día aplastantemente soleado.
Actitud aplastantemente quechua, Puta generación Decatlón. La religión de los pistachos.
El sudor extranjero escuece en los ojos, tu mano, una visera y frente a ti la de Murcia y todos los picos, todas las montañas, abajo todo el valle.
Pero todo no valle, no valle pararte, no valle mear, ni tirar papeles, ni cambiar un pañal, ni practicar sexo de ruta.
Al fin vemos la meta, las azafatas nos esperan, azafatas acuáticas, vacas acuáticas que solo comen hierba ecológica.
Meto los pies en el río. Todos me acompañan y meten sus pies de goma en el río. Creo tendencia.
La de Murcia se lía un cigarro y se ríe. Se han acabado los pistachos.