Saturday, November 17, 2007

LEVIATAN Paul Auster


LEVIATAN Paul Auster




Esta es una novela atípica donde las haya, ¿los motivos?, uno de ellos es que Auster en las dos o tres primeras páginas te cuenta el final de el libro, quizá a alguno no le parezca este suficiente motivo como para haber comenzado mi comentario de esta manera, yo si que lo creo por que el autor, comienza con un final tan contundente como extraño y claro, si sabes el final te falta saber el comienzo y aquí Auster da una magistral lección de que los hechos y las circunstancias que nos rodean no siempre tienen el recorrido lógico que cada uno de nosotros podría presuponer.


El azar, el destino, un hecho concreto y en un determinado momento, pueden servir para poner en bandeja uniones afectivas u odios intemporales.

A ratos Leviatán tiene el hilo conductor de una novela negra, otros de una trepidante novela de acción policíaca. Y digo esto por que de alguna mera es necesario para narrar la vida del protagonista y de sus actos de alguna manera abocados siempre por decisiones que rozan el límite de la ley.
Como ya sigue siendo habitual en su obra Auster mira con el rabillo del ojo lo que otros no vemos, o si lo vemos no lo razonamos, las casualidades y los infortunios, los encuentros casuales, las decisiones vitales, el perdón, o mejor dicho el no saber perdonarse a uno mismo.
Auster mantiene desde hace ya tiempo un gran gusto por los personajes perdidos, atormentados por su pasado y por su propia búsqueda del perdón, sus personajes son laberínticos, circulares, hombres y mujeres conectados por unos hilos apenas perceptibles, los hilos que he nombrado anteriormente de otro modo, extraños lazos que pueden cambiar toda una vida.


En Leviatán Auster narra la vida de un escritor, Benjamín Sachs por medio de un personaje que no deja de ser su propio alter ego, Peter Aaron, escritor también que nos contará la vida de su amigo muerto en extrañas circunstancias y al que el FBI busca por todo el país. Así comenzará una historia que irá hacia atrás, como las tortugas, justo en el sentido opuesto al que nosotros creemos que suceden las cosas.
En esta novela hay un catálogo de personajes, cual de ellos más interesante, me gustaría citar a María Turner por lo que representa en la propia novela y sobre todo en el destino de SACHS, por el hecho de encontrar un día una agenda repleta de números de teléfonos. Este personaje de alguna manera representa el atrevimiento y lo capaces que somos cada uno de nosotros, nuestro lado salvaje, nuestros límites y sus consecuencias.


Este es uno de los grandes aciertos de la novela sus personajes y su estructura, los triángulos amorosos y sentimentales entre ellos…Leviatán es una gran novela, eso es algo incuestionable, pero sobre todo es un gran ejercicio para reflexionar después de haberlo leído de el gran puzzle que es cada una de nuestras vidas, así como lo inestable y a veces perecedero de la misma y una muy reflexión acerca de lo consciente que somos o no somos acerca de nuestro paso por la misma.

Tuesday, November 13, 2007

EL RETRATO DE DORIAN GREY


EL RETRATO DE DORIAN GREY


No se muy bien como comenzar este comentario, solo diré que esta novela la leí por primera vez hace ya años, siendo un adolescente y supuso para mi una ruptura con muchas cosas y aspectos hasta entonces extrañamente inamovibles. Moral o ética, narcisismo o el desprecio extremo por uno mismo, hedonismo o indiferencia hacia la existencia…


Dorian Grey, el protagonista es un apuesto y refinado joven, proveniente de una de las mejores familias de la burguesía londinense de la época. Bello hasta el extremo, inocente en sus actos y sus formas, Dorian Grey representa el ideal del caballero esteta y de la propia belleza.


En una profunda reflexión acerca del bien y del mal, el autor nos muestra la decadencia y la degradación del protagonista por no envejecer, por que el paso del tiempo no roce ni transmute su bello rostro mediante una bella y oscura metáfora representada en un retrato de cuerpo entero de su propia imagen pintado por su amigo el afamado pintor Basil Hallward, un cuadro de una belleza y perfección tal que retará al propio protagonista y modelo a un oscuro duelo entre el bien y el mal que traerá la perdición definitiva del protagonista.

El autor en un ejercicio literario, a mi parecer absolutamente intemporal en un estilo elegante, barroco y nada superficial, con un lenguaje y una fluidez cargada de irónica belleza nos avisa de las consecuencias de lo que nos puede ocurrir si incurrimos en el error de querer ser un Dios, con lo que este término conlleva, un ser por encima del bien y del mal.

Hay tres personajes principales en la novela en la que el propio autor deja entrever una parte de su propio ser y su especial forma de entender la vida y las artes.Los protagonistas son el propio Dorian Grey, el amigo y pintor del retrato símbolo de la perfección extrema y clásica Basil Hallward y Lord Henrry Wotton, un joven aristócrata elegante, cínico y frívolo, un hombre oculto en sus propias miserias que se esconde en un falso mundo elegante e hipócrita.

La novela tiene un ritmo circular, en mi opinión se centra y depende casi en su totalidad de los actos, la conducta y los pensamientos del protagonista, que tienen como consecuencia inmediata los cambios y el envejecimiento del retrato a cambio de la eterna juventud de Dorian.

Todos estos cambios físicos en el retrato, aunque al propio retratado no le afecten, reflejan su propia alma, despojada de cualquier afecto a la vida natural, su frialdad, su miseria humana que no le impedirá asesinar varias veces para evitar que se descubra su secreto, su narcisismo exacerbado y su amoralidad.Todo este cambio en la actitud existencial del joven y inocente Dorian de comienzos de la novela vendrá provocado por una perturbadora y trascendental conversación con Lord Henry Wotton, sobre la eterna juventud, la frescura y el ideal invariable de la belleza, la consecuencias de su pérdida, la decadencia…., ello tendrá un efecto demoledor en la hasta entonces reposada y sostenida existencia del protagonista.

A partir de ese momento Dorian Grey y el propio cuadro coexistirán en un reto a caballo entre la realidad y la fantasía que le permitirá al protagonista vivir la vida sin que el propio tiempo le pase factura. A cambio tendrá que convivir con el cuadro, el cual envejece de una forma cínica, burlona, obscena y desnaturalizada que le irá recordando cada día que esa imagen del lienzo no es otra cosa que el reflejo de su propia alma.
La novela perfectamente estructurada retrata a la perfección y con gran ojo crítico la sociedad de la época, la vanidad, la locura, la pérdida de la propia dignidad humana.La perfección de la narración y la visualización escrita de las imágenes llega a ser perfecta.El carácter de esta novela y de su protagonista, presumido, indolente, maquinal y extremadamente ambiguo lo volvieron en su contra durante los juicios y el proceso que se celebraron en Londres a propósito de sus relaciones y que acabarían con sus huesos en la prisión de Reading condenado a tres años de trabajos forzados.
Hoy en día esta novela se ha convertido en sinónimo de clásico literario, de calidad y de hedonismo vital y existencial.

Luis Roser