Friday, April 24, 2009

CIERZO EN LOS BOLSILLOS




Como anticipo a el comentario de la primera novela de Pedro Castelló, "Naufragos sin mar" , os dejo un relato que el autor presentó a un concurso de relato breve que convocaba el Heraldo de Aragón y que ha ganado el segundo premio, publicandose ayer en el citado periódico.


Creo conveniente decir que para los que no hayan leido la novela, este relato de Manolo que aqui os dejo, anticipa muchas de las claves y de el estilo tan personal que tiene este joven autor. Entusiasta y obserbador de la realidad con todos sus matices.


Espero que les guste.


Cierzo en los bolsillos


A veces hacíamos el amor durante noches inolvidables, pobladas de risas apresuradas, lanzándose al vacío de un tiempo detenido, palabras obscenas en un motel de carretera y alcohol inyectado de sus labios nostálgicos. Pero después me invadía una extraña sensación. Era como estar en un aeropuerto esperando una maleta que nunca salía, el temblor en los dedos al pisar un corazón de arena en la playa, o el vértigo en la mirada al ver un ramo de flores secas en un arcén. Marta era un tango furioso en un día de lluvia, un billete de vuelta al infierno de Dante, el verso más triste que pude escribir por aquel tiempo de vino y espinas frente a una hoja en blanco. Marta era la sirena de Bunbury varada en Lanaja, la última apuesta de Mauricio en un tren de madera abandonado en Canfranc, el sonido solitario de un tambor en Calanda una noche de agosto. Tu ciudad es triste y gris. Me escupía a veces tras varios días sin dirigirme la palabra, apurando la botella de Jack Daniel's y arrojándola con violencia al suelo manchado de olvido. Zaragoza es una nube hinchada con forma de león dormido, una niña sonriente violada por un viento despiadado, un río achocolatado, desangrándose a cada instante. Tu ciudad es una cárcel sin barrotes, una pecera de cristal gigante…. Y yo, yo solo soy el pez de Cortázar. Susurraba al final, enmudeciendo de nuevo durante horas, levantándose de la cama tan solo para mirar por la ventana con los ojos llenos de arena. Mientras, yo la miraba entre la boira que en ese momento se cernía sobre nosotros como un presagio, y escribía en mi mente aquel cuento de soledad compartida con el personaje más atormentado que había creado. Los días de cierzo, con los bolsillos repletos de arena y la maldita niebla en los ojos, todavía me acuerdo de ella.

SEGUNDO PREMIO. Concurso de relato breve Heraldo de Aragón para celebrar el día de San Jorge, patrón de Aragón.

Manuel Ángel Castelló. Zaragozano. En 2008 publicó su primera novela, 'Náufragos sin mar'. El fallo reconoce su "poema-cuento sugerente y compacto".


Manuel ángel Castelló es miembro fundador de la Tertulia Literaria la Republicana, a la cual también yo pertenezco.

Monday, April 20, 2009


CHUCK PALAHNIUK
ASFISIA
Doubledey
Tradución Javier Calvo Perales
Editorial De bolsillo

Asfixia



Irreverente, mordaz, políticamente incorrecta, guarra, soez, directa, ácida.
Estos y muchos otros son los adjetivos que podemos EMPLEAR para comentar de entrada a esta novela. Gustará a los amantes de la narrativa directa, contemporánea y sin tapujos, los que sean sensibles a todo lo que acabo de decir mejor se abstengan.

Hacía tiempo que una novela no me hacía meditar tanto, tampoco es que me haya emocionado, pro hay que reconocer que hay que tener oficio y falta de pudor y prejuicios a la hora de abordar la novela tal y como el autor la plantea.

Victor Manzini el protagonista es un antihéroe de la América actual, adicto al sexo y en un grupo de terapia por este motivo, pasa sus días entre su trabajo en un parque temático de la América colonial del siglo XVIII y sus visitas al hospital, donde su madre terminal languidece de una enfermedad.
Si a esto añadimos que para costear la residencia de su madre y sus cuidados paliativos Victor se dedica a simular asfisiarse casi cada día en un restaurante diferente de la ciudad, con esta estrategia el protagonista pretende que su o sus benefactores – salvadores creen un estrecho vínculo con él, se sientan unos héroes y le estén agradecidos a él, aunque todos pensemos que debería ser al contrario.
De este modo consigue que sus benefactores le envíen cheques y dinero agradecidos por haberse convertido en algo importante, en alguien que a hecho algo bueno, algo que merece de alguna forma apadrinar a ese ser desvalido. Aquí hay uno de los aciertos de la novela ya que el protagonista al final consigue su objetivo y deja al salvador de turno en el sitio que quiere estar, casi le concede un deseo y por este motivo al lector hasta casi le cuesta juzgarlo desde una óptica puramente ética.
Y lo consigue, a base de constancia, de cartas perfectamente planeadas en una pensada estrategia para simplemente arrastrarse lo que haga falta y sobre todo arrastrar a los demás, ya que a él esto no es que le de igual es que convive con ello cada día.
Esto por una parte, por la otra una infancia jodidamente marcada por una madre anarquista, revolucionaria, imagen de la subversión más absoluta, hacía la propia familia, la educación, por su puesto las leyes….una madre drogadicta, delincuente, entrando y saliendo de prisión, con la mente totalmente agujereada por las drogas y su mundo obsesivo y radical…
Y si encima resulta que el compañero de trabajo de Victor en el delirante y moralizador parque temático, (metáfora de la América profunda), en un mastubador compulsivo que colecciona piedras de cualquier tamaño y forma como medida de represión…
O que la que dice ser la médica jefe de la residencia y que trata a su madre cree que Victor es descendiente directo de Jesucristo, fecundado mediante el prepucio de este…

Diálogos ágiles y muy directos, como ya he dicho, sexo sin tapujos, el sentimentalismo tirado por la ventana, referencias y referencias a dolencias médicas, enfermedades de transmisión sexual…todo un decálogo de la vida moderna y bastante deshumanizada llevado al extremo. No por ello la novela no está exenta de cierto mensaje existencial y filosófico, sobre todo al final.
Me gustaría resaltar sobre todo la miseria vital en la que el autor refleja al protagonista, muy bien reflejada, así como los capítulos que se desarrollan en el delirante parque temático de las vergüenzas de la sociedad del éxito rápido o del sueño americano, así como los trepidantes diálogos, muy bien llevados en mi opinión y en muchas ocasiones muy patéticamente divertidos.
El anti suelo americano, eso podríamos decir, roña, costra, miseria por dentro y por fuera.
Una novela que cuanto menos muy recomendable, aunque solo sea para acercarse a autores que con un estilo muy personal y en cierto modo agresivo por su propia estructura gramatical se han hecho un importante hueco en el mundo literario.

Pues eso.