Thursday, October 19, 2006

La decisión de Sophie

La decisión de Sophie

Difícil me ha resultado el elegir la primera novela sobre la que hablar y empezar este proyecto de COMENTAR los libros que más me han gustado.
Podríamos haber empezado de una forma mucho más ambiciosa, Fiodor Dostoiesvki con su ahondante obra, en especial crimen y castigo, o acercarnos a alguna otra que aunque también profunda mas se podría equiparar al existencialismo de nuestros días, el de la sociedad de consumo, la soledad, el olvido, el individualismo… aquí podríamos citar La Caverna del gran
Saramago.

Como ya he dicho podríamos empezar de muchas maneras, pero si he elegido precisamente esta gran novela del escritor norteamericano
William Styron es por el gran calado humano, intelectual y ético que a mi parecer deja en el lector. En esta novela se ahonda profundamente en las relaciones humanas, en la inestabilidad y las vidas al límite, marcadas para siempre, a fuego por la desgracia por la adverdisad de las circunstancias…

También cabe decir antes de comenzar el propio comentario, los sutiles hilos conductores que va trazando el autor, alrededor de la ética, del perdón, de la fé y de la negación de dios, de la represión y de los fantasmas que acompañan a cada uno de los personajes
.


El punto de partida es la llegada de Stingo, ( el narrador de esta historia ), un joven llegado del sur de los Estados Unidos a Brooklyn a un edificio de apartamentos llamado “ La casa rosada”, por el tono en que todo él estaba pintado.
Stingo quiere ser escritor y quedará impresionado por la ecléctica vida de la ciudad y por los personajes variopintos y algo excéntricos que pueblan la casa rosada. En especial Nathan Landau y Sophie Zawistowska, sus vecinos del piso de arriba.
El un brillante investigador judio de un importante laboratorio de la ciudad con una increíble locuacidad y capacidad de comprensión, ella una dulce y frágil polaca de exuberante belleza y una extraña numeración tatuada en el antebrazo..
Pronto se verá sumergido en la propia relación de Nathan y Sophie, personas que aparentemente le darán un cariño y una estima sin entregas, conocerá su relación como un espectador de lujo con butaca de primera fila, una relación marcada por el pasado de ella y los desequilibrios de el, aunque de eso hablaremos más tarde.
Mientras tanto Stingo, un personaje maravillosamente construido, con la inocencia de un joven de 20 años, todavía virgen, soñador e increíblemente maduro y capacitado para escuchar y observar a los demás, se dejará arrastrar por un dulce torrente de música clásica en la vieja gramola de Sophie, por los sonidos provenientes del piso de arriba, de la frenética vida sexual sus vecinos, por sus salidas a la playa y por el clima de cordialidad e idealismo que Stingo ve en todo ello.
Y se dejará arrastrar hasta las últimas consecuencias. Pronto comenzará a ver que las cosas no son lo que parecen.
Stingo comienza a escribir su novela y Nathan realmente provisto de una capacidad intelectual arrolladora alabará su trabajo, así, mediante conversaciones de literatura, aspectos culturales y diferenciales entre el sur y el norte, nacerá en Stingo una verdadera admiración hacia Nathan, Mientras tanto Sophie trabaja en el consultorio de un médico quiropráctico polaco en el centro de la ciudad.
Sophie mujer joven todavía, de unos rasgos nordicos muy marcados y de exuberante belleza y sensualidad va dejando a los ojos de Stingo unos rastros de misterio y fragilidad que hará que pronto se enamore platónicamente de ella. Para Stingo Sophie es simplemente un ideal, a la par que un objetivo inalcanzable, por el simple hecho de mantener la relación que mantiene con Nathan, su amigo.
Así va pasando el verano, excursiones campestres, cervezas frías en tardes de tórrido calor, pero poco a poco Stingo se irá dando cuenta de la doble vertiente en la personalidad de Nathan, que cada vez con más frecuencia pone a prueba su propia relación con Sophie, atentando contra él mismo, incluso contra el propio Stingo.
Es en estos arranques de violencia Psicótica donde Sophie comenzará a hacer a Stingo partícipe de su oscuro pasado, de su negra realidad y de su tormentosa relación con Nathan.
Aquí la novela da un giro magistralmente novelado y se sumerge en los motivos tanto ideológicos, incluso filosóficos que llevaron a que se produjese el holocausto nazi.
Así es como ella comienza a desgranar su historia, hija de un ilustre profesor polaco antijudio, famoso en Cracovia por sus inflamantes discursos antisemitas ( cualidad que no le hará librarse del mismo fin que otros millones de judíos, aunque él no lo fuese), casada con un hombre que la repudia en un matrimonio pactado con su padre. Cuando todo estalla Sophie es enviada a un campo de concentración al encontrársele un trozo de carne en una redada que había comprado para su madre enferma. Sophie es católica y entre tanta negrura, tantas brumas salidas de las grietas del infierno y los humos de las chimeneas de los crematorios todavía quiere seguir creyendo en dios. Pero en lo único que confía para salir de aquel infierno es es un panfleto antisemita que su padre escribía y repartía en la universidad de Cracovia en la que ya anunciaba que la “solución” como la llamaba, era el exterminio…total.
Curiosa paradoja, piensa Sophie y también el lector que lo está leyendo que la familia del iluminado ideológico que de alguna se anticipó a este macrazo y negro episodio de la historia se encuentre en los barracones de Auswich Birkenau respirando el fétido olor de las cremaciones. Este es el verdadero pasado de Sophie, su verdadera identidad y su verdadera realidad.
Sophie llega al campo de concentración en un tren hacinado de judios deportados junto con sus dos hijos Yan y Eva. Otra vuelta de tuerca a la historia, y entra tanta maldad y tantos corderos para degollar Sophie es elegida. Y en un gris y desolado andén igual de miserable que las cavernosas profundidades del corazón de su verdugo Sophie tiene que elegir. Ante un médico de la SS borracho, con restos de arroz de la comida en la solapa de la chaqueta, con la cara enrojecida de ira y una mano manoseandose la entrepierna, Sophie tiene que elegir uno de los 2 para que sobrebiva, el otro morirá.
Quiero anotar aquí la interesante reflexión que hace el autor sobre este acto a manos de este médico que ve bajar a Sophie en el andén. Antiguo estudiante de teologia y sacerdote frustrado tuvo que estudiar medicina por imposición de su padre. Este hombre que seguirá parado en el andén hasta el fin de los días reniega de dios, de todas sus creencias, de todo lo divino. Aunque evita que lo incluyan en los programas de experimentación médica de la SS con prisioneros judios en los hospitales y laboratorios .
Esta es la única pizca de bondad que se nos presenta, la bondad no existe, se diluye en el aguardiente que se mete en el cuerpo cada día, para curarse por dentro, como el cuero, para perder toda flexibilidad que le permita amoldarse a algo.
Existe un paralelismo entre este personaje y sobre todo lo que escribió Nietzsche sobre el SUPERHOMBRE, su renuncia de dios, su pensamiento superior…suvacio oral y ético.
Y esta es la decisión de Sophie, paralizada por el miedo, con los dientes rechinando de frío y con sus 2 hijos entre las piernas. Y elige que permanezca jan con ella, Jan el más débil, el más enfermizo, a Eva la ve alejarse desde el suelo donde se ha caído en un llanto que le hace perder el sentido, el equilibrio y la noción de su propia existencia. Eva será gaseada junto con cientos como ella y después incinerada en los hornos crematorios.
A su hijo se lo quitarán de sus brazos ese mismo día y lo meterán en un barracón con otros niños. Pero aún hay una esperanza entre tanto fango, Jan es llevado a un barracón donde destinan a los niños al LEBENSBORN, o fuente de vida.
Una fuente de vida entre tanta muerte. El lebensborn fue un programa secreto creado por la Alemania Nazi con el plan de expandir la raza aria. Aproximadamente entre 50.000 y 200.000 niños polacos fueron secuestrados Todos aquellos que, tras ser sometidos a un riguroso examen, recibían la certificación de ser lo suficientemente arios para entrar en el programa, eran enviados con certificados de nacimiento falsificados a familias previamente seleccionadas. A estas familias se les proporcionaba a menudo una historia falsa acerca del niño que iban a adoptar, siendo la más común la de que el niño o niña era hijo de un soldado muerto en combate. El tiempo pasa y Sophie consigue un puesto de taquígrafa en la casa del comandante encargado del campo. Sophie habla un perfecto alemán, aún siendo polaca y tiene un aspecto, tanto por sus ojos, su cabello y su piel, totalmente ario. Aspecto que no pasa desapercibido para el comandante Rudolf Hoss.
Pero solo eso, que ningún lector piense que ni tan siquiera una brizna de piedad llega a rozarla en algún momento. Así pasa a alojarse en los sótanos de la casa del comandante junto con otros judíos, durmiendo en el suelo húmedo, aunque con mantas y comiendo las sobras y restos grasientos de las cenas de la casa, preparadas especialmente por cocineros polacos y judíos al servicio de la casa. Al menos ellos comían en el resto del campo, apenas nada, uno de los propósitos de los nazis era poco a poco debilitar a los prisioneros de inanición para restarles fortaleza física y evitar posibles botines entra las miles de personas que retenían.

2 comments:

Anonymous said...

I will not concur on it. I think nice post. Specially the title attracted me to review the sound story.

Anonymous said...

Nice dispatch and this fill someone in on helped me alot in my college assignement. Gratefulness you for your information.