ARQUEOLOGÍA
El hombre que recogía colillas en la parada del veintitres era un hombre de otro mundo y posiblemente de otro tiempo.
Al verlo recoger una colilla y encenderla con aspecto huraño no pude evitar pensar en como nos vamos alejando de nosotros mismos.
Yo de pequeño también recogí alguna y seguramente la encendí jugando a retar a mi propio futuro.
Al subir al bus y pasar la tarjeta, pensé si todavía estaba, me giré y miré a la parada.
Había desaparecido.
No supe decir si fué un espejismo.
L. Roser.
Javier Tenías - Rafael Boeta
-
*QUEDARNOS A N C H O S*
*Nuestro espectáculo es de humor, pero no siempre; cultural, pero no
cultureta; poético, pero también mundano; y, desde luego...